El cambio del corazón de la comuna tres Manrique
- Leonardo Hinestroza
- 30 nov 2018
- 7 Min. de lectura
Actualizado: 6 nov 2021
Por: Yerlin Leonardo Hinestroza García
La carrera 45 de "Manrique hoy llamada Avenida Carlos Gardel" es en la actualidad el recuerdo de lo que alguna vez fue un espacio lleno de tango y, que hoy es una zona rosa de la ciudad de Medellín.
En el corazón de la comuna tres el suave y elegante sonido del tango era el fuego que encendía el barrio. Ahora, la romántica y escasa melodía musical que se siente en Manrique, está opacada por las motos, el Metro Plus y el inquieto y creciente comercio.

Jaime piensa que la 45 es un buen lugar, transitable y de mucho movimiento, sin embargo, se siente desplazado: “ya no hay lugares para escuchar tango, esto es solo comercio. Es bueno... Pero ya no hay tablados para escuchar tango o festividades de baile tanguero. Hay muchas motos en la vía del Metro Plus y eso provoca accidentes”, dice mientras aleja la mirada, como evocando recuerdos.

La carrera 45 o La 45 de Manrique Central compuesta por 20 cuadras que van desde el sector Palos Verdes (calle 66) hasta el Parque de Aranjuez (calle 86). Es una vía inundada de comercio en sus dos lados. Existen más 313 establecimientos en La 45, que pueden ser del tamaño de un garaje hasta el de una casa de estratos dos o tres.
Aproximadamente hay: 42 almacenes de ropa, 42 tiendas de variedades y cacharrerías (una se llama Gardel), 12 almacenes de bolsos y zapatos, 9 de perfumes y productos de belleza, 7 de peluches y piñatas, 28 discotecas y tabernas, 20 barberías y peluquerías, 19 tiendas de barrio, 7 cafeterías, 12 negocios de comida rápida, 14 panaderías (una se llama Gardel), 12 expendios de carnes, 10 restaurantes (uno chino), 10 ventas de helados, 9 droguerías, 8 ópticas y consultorios médicos, 8 puestos de Gana, 7 tiendas para mascotas, 7 prenderías, 7 establecimientos financieros, 6 ferreterías, 6 mercados de autoservicio (uno se llama Súper Gardel), 6 tiendas de rancho y licores (una se llama Gardel, a secas), 5 casinos, 4 papelerías, 4 billares, 3 tiendas naturistas, 2 depósitos de materiales, un puesto de salud, y un solo bar de tangos: el Alaska, desplazado hacia un segundo piso por una panadería; sigue aferrado a su pasado, pero adaptándose a los cambios como mejor puede en la esquina de la calle 79.
La también llamada Avenida Carlos Gardel, por Acuerdo del Municipio, y en reconocimiento a la imagen y música del cantante de tango Carlos Gardel, el “Zorzal Criollo”, que por medio de once apariciones en el cine, buena voz e interpretación, embriagó a los medellinenses, en especial a los habitantes de Manrique. Un choque de aviones en la ciudad (1935) hicieron al artista (criado en Argentina) una leyenda para los paisas. Pese a no ser de nacionalidad colombiana, los habitantes de la capital antioqueña acogieron el recuerdo de Gardel como parte su historia.

Tanto amor produjo, que una estatua, remplazada por destrucción en 1968 (la cual mide más de un metro) y una casa (el Museo Casa Gardeliana, patrimonio cultural de la ciudad) comprada hace cuarenta y seis años por el argentino Leonardo Nieto para rememorar la existencia del cantante y la pasión por el tango en la ciudad; ambos símbolos son el significado de Carlos Gardel para Manrique y la ciudad.

Perspectivas de La 45
“La 45 de Manrique era una vía de mucho ambiente, mucho tango”, así lo recuerda Jaime Galardo, habitante del barrio desde hace 63 años. “Era un lugar en el que uno podía venir a sentarse con los amigos, charlar bastante y tomarse su traguito de aguardiente. Había lugares para relajarse”.

Carlos Eduardo Restrepo, un vendedor de zapatos que lleva 21 años en el oficio, dice que “con la construcción del Metro Plus hay menos tráfico, es más tranquilo y su negocio ha mejorado”. Él con una edad avanzada, se sienta en su local de zapatos, ubicado al lado derecho de la estatua a Gardel y al borde de la cera por la que pasan motos y buses del Metro Plus. Espera los clientes "que en su mayoría son frecuentes", mientras charla con su amigo Jaime Galardo del barrio y otras cositas.
“Lo bullicioso y embriagante del comercio en La 45, (parecido al Centro de la ciudad, en menor escala) pasó de tener aproximadamente más de 80 negocios de tango, que eran la elite en Medellín cuando se trataba de interpretar el buen tango, a volverse en un epicentro de ventas”, expresa Mario Patiño, coordinador de la Casa Museo Casa Gardeliana.
La construcción que cambió las dinámicas de la avenida
Cuando se pregunta por Manrique, siempre expresan que el barrio surgió con el tranvía inaugurado en 1963, el cual eran buses de escaleras con rodachinas para poder viajar por los rieles. La estación principal se llamaba “Cobertizo”, allí cargaban y descargaban; los constantes accidentes y un incendio que quemó la estación, causaron el cierre del tranvía para convertir el Cobertizo en la gasolinera de Palos Verdes (la cual sigue existiendo, un poco distinta, pero realizando la misma función).


Con la popularidad y el crecimiento del barrio, la avenida 45 pasó de los carros de bestia y el tranvía a camiones y buses que transitaban por el lugar de doble vía. “Era fácil coger el bus, uno se paraba en cualquier parte de La 45 y el bus paraba”, recuerda María Urrego, peluquera canina y quien lleva más de cincuenta años en la zona.
El deseo municipal de potencializar y mejorar la imagen del barrio (ya que fue una de las comunas de Medellín con mayor violencia durante algunos años) originó un acuerdo con el Metro de Medellín para convertir el corazón de la comuna tres en zona rosa de la ciudad. Esto produjo el inicio de las labores del Metro Plus en el 2007. La gran cantidad de bares de tango y las pocas heladerías que existían tuvieron que cerrar por un largo tiempo, el poco acceso que había a La 45 llevó a una disputa entre los mercaderes, la constructora Cóndor y María Isabel Mesa Sánchez, ex gerente del Metro Plus.

“Fue mucho lo que se dialogó y se les explicó a los negociantes sobre la mecánica del proyecto”, informó la ex funcionaría del Metro Plus en un reporte.
La construcción siguió. La 45 sería una avenida solo para los buses del Metro Plus (aunque los motociclistas no acaten la norma) y la carrera 44 sería una vía de Sur-Norte, mientras que la carrera 46 de Norte-Sur. Se crearon seis estaciones, las cuales fueron nombradas por los habitantes: Palos verde, Gardel, Manrique, Esmeralda, Berlín y Aranjuez, nombres relacionados por los sectores que se encuentran en la avenida.
Algunos bares de tango cerraron por completo, mientras otros se convirtieron en ferreterías, cafeterías y otro tipo de negocios. Solo el bar Alaska ha perdurado como el único espacio donde quien desee pueda tomarse un café, una copa de aguardiente, jugar billar, fumarse un cigarrillo y charlar un poco, “mientras disfruta del mejor tango, el de Carlos Gardel”, expresa Gustavo Rojas propietario del bar.

Gustavo, el tercero de una generación que ha amado el tango, dice: “este es un espacio para disfrutar la cultura tanguera que algún día vivió en la carrera 45 de Manrique”. La Casa Museo Gardeliana y Alaska son espacios en los que suena tango y te transporta con su decoración fotográfica de cantantes que algún día pisaron estos sitios y obviamente del promotor del tango en el corazón de la comuna tres.
María Urrego aclara que la llegada del Metro Plus sin duda fue para mejorar la avenida. “Es una influencia positiva del barrio, pero también ha sido duro porque valorizó las casas. Antes podías arrendar de trescientos mil a cuatro cientos mil pesos una casa de dos o tres piezas, ahora el valor es de setecientos mil pesos hacia arriba.
“Hay nostalgia porque uno recuerda las ciclo vías, el festival de tango que se realizaba cada fin de mes de manera gratuita. Ahora eso no se ve, el Metro Plus quitó todo eso”, dice María.
Fiestas de la avenida 45
A Mario Patiño, coordinador de la Casa Museo Gardeliana, le tocó ver de niño las ferias que se hacían en La 45, las presentaciones del Club Juvenil la Comuna de Manrique, una organización barrial que realizaba desfiles en la avenida con grupos como: Los Fogoneros, Frutos de mi tierra y Milla Ray. Jóvenes y niños que disfrazados con colores vivos y muy vistosos salían por el centro del espacio a bailar, jugar y tocar instrumentos.

Recobrando los relatos que le han contado; como las personas de manera sana, amena y feliz expresaban la cultura tanguera en el barrio. “Los obreros salían de trabajar y venían a disfrutar de la música; se tomaban su traguito de aguardiente”.

En la actualidad la Alcaldía de Medellín en convenio con el Museo Pedro Nel Gómez que acobija la Casa Museo Gardeliana, convirtió la celebración barrial en un Festival Internacional de Tango, que se realiza los 11 de diciembre de cada año. Veinte o treinta académicas de baile, cantantes internacional e información sobre la cultura tanguera se presentan durante el festival.

Ya no está la alegría del tango en La 45, ya no se cierra la vía desde el sector Palos Verdes hasta el de Gardel para construir diez escenarios de tablados en los que se encontraban: cantantes, bailarines y obras de teatro.
Puedes hallar en la actualidad todo lo que necesites comprar, muchos bares para rumbear y otros sitios para pasar el tiempo. La zona rosa de Manrique, “el sector se valoriza y el Metro Plus permite el acceso al barrio”, dice Mario.
También se destaca la aparición de árboles en la vía. El color verdoso sin duda le da su toque encantador y natural a la Avenida Carlos Gardel. Cubriendo con una cortina de hojas el comercio, y pareciendo la guardia de la carrera 45 de Manrique Central.

Es notorio el cambio, y muchas cosas se han vuelto invisibles, o no están. Sin embargo, las visitas a este espacio eje de la comuna tres, siguen siendo constantes. El corazón de Manrique, es como dirían los argentinos cuando pronuncian la palabra Gardel, “incomparablemente” mágica.
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